De 2007 a 2017, tuve muchas experiencias profesionales, pero todo comenzó a cambiar en 2015. Ese año, aproveché una nueva oportunidad de trabajo. La ubicación era excelente y estaba en el centro de Río de Janeiro. Esto me acercó a las amistades que estaban un poco distantes debido a las tribulaciones diarias. Aproveché al máximo y comencé a hacer almuerzos semanales e individuales con algunas de estas personas queridas. Cada una estaba pasando por un asunto diferente en su vida y en cada almuerzo que hablábamos, teníamos ideas y un movimiento que hacer desde allí. Tenía una enorme expectativa de llegar al almuerzo la semana siguiente y ver la evolución de esos problemas.

Estos almuerzos me llenaban de una manera que comencé a preguntarme si no podría hacer esto con más personas, si realmente no podría ayudar a otras personas, y no solo a quienes me rodean, a llegar a donde querían.

Fue entonces cuando en 2016, leyendo un artículo que me encantó, decidí saber más sobre la persona que lo había escrito todo. Fue un coach, ex director de empresas. Pero, de hecho, ¿qué era ser coach? ¡Decidí buscar! Y para mi sorpresa, ¡eso era exactamente lo que había estado esperando hacer desde el año pasado! Recuerdo haber leído las características de esta profesión y pensar: ¡esto es exactamente lo que que quiero desde hace 1 año! ¡Y sentí una sensación de felicidad invadir mi corazón! ¡Encontré mi propósito aquí! Esta fue la primera vez que me di cuenta conscientemente de cómo era ser un coach y cómo era el proceso de coaching en sí.

A partir de este descubrimiento, estudié las escuelas que podrían educarme con calidad, qué pasos necesitaría seguir, ¡y comencé hacia el futuro que elegí para mí!

Es importante decir que siempre he disfrutado mi profesión, las empresas para las que trabajé, mis jefes y compañeros de trabajo. Como empleada sempre he sido dedicada y diligente, me encantaba resolver problemas desde una perspectiva sistémica y proponer nuevas soluciones y mejoras. No era infeliz, ni quería un cambio en mi vida. Pero los almuerzos semanales, los logros de cada uno, el seguimiento de los resultados me han despertado lo que realmente me encanta hacer: ¡ayudar a las personas a llegar allí y sentirse completas, felices y motivadas!

Me doy cuenta claramente de que mi tiempo en el mundo corporativo y mi experiencia han mejorado enormemente mi capacidad para resolver problemas a través de un enfoque sistémico y dar retroalimentación con una perspectiva global. Lo mejor de todo es que puedo aprovechar toda esta experiencia para ofrecer aún más valor en mis procesos.

Estoy extremadamente agradecida  por cada paso que he tomado hasta ahora, y veo que todos fueron fundamentales para leer ese artículo, ¡una explosión podría ocurrir dentro de mí, impulsandome a ser la mejor coach que pueda ser para ayudarle!